"Los afanes de una vida"
Artículos en los semanarios jaqueses
"La Unión" y “El Pirineo Aragonés

JUAN LACASA LACASA

 

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CONCURSO DE SALTOS

31/03/1932

Otra jornada pirenaica. Una nevada oportuna llevó de nuevo la esperanza a nuestro corazón de skiadores. Y a Candanchú otra vez. Mal día de pistas. Sin consolidación la nieve, a doce grados el ambiente, la vertiente ideal del Tobazo, no ofreció la tersura blanca de otros días. El día 20 era como una pechera de un smoking inmenso, el domingo camisa blanda y rugosa, sin brillantez.

Y fue el sol el vencedor absoluto. Se impuso a todos los asistentes, vertiendo chorros morenos sobre las epidermis urbanas y amarillas. Satisfacción inmensa para las Venus de bronce que gracias a ello pueden continuar en forma impecable y exhibir en la ciudad un girón auténtico de Naturaleza.

Los demás trajimos en los rostros una patente deportiva absolutamente infalsificable. Si hay un señor pálido o simple blanquecino que les cuenta a Vds. sus hazañas del domingo sonríanse escépticos. El caballero ese, impenetrable a los rayos solares, es un cara dura.

Concurso de saltos

El trampolín es el gran descubrimiento para pegársela a la gravedad. Se lanza el saltador abandonado a la pendiente, como si fuera al centro de la tierra. Y de súbito se corta el suelo y el hombre es unos metros pájaro o por lo menos planeador.

¿No han visto ustedes fotos de esas con fondo de pinos y hasta hoteles inmensos y un hombre volando sobre todo ello? Una buena colocación de la cámara obtiene ante un salto con skies un efecto de aviación.

Lo de Montañeros fue más modesto; pero innegablemente espectacular. Puente, en quien progresivamente se concentra el ambiente de as de nuestro Pirineo, ganó la prueba después de 3 saltos notables con impecable toma de tierra. Esto del aterrizaje fue lo que estropeó a algunos. Yarza mostró un estilo prometedor de mayores resultados. Dumas, un peso mosca frente al resto del concurso, hizo un buen papel.

La concurrencia

Gran gente los bilbaínos. Sobre la nieve, unos perfectos caballeros del músculo. Y ante la mesa, unos imbatibles recordmen.

La peña de la A.D. de Jaca, de las más ruidosas. Desde la jota hasta la última canción de la pantalla sonora, toda la gama de lo cantable tiene en sus gargantas un altavoz.

No hubo franceses. Y fatalmente no hubo juergazo internacional de esos con gramófono que no se oye.

El plantel de los ases futuros. Está en esos mozalbetes, absolutamente de paisano y con skis sin marca registrada que dejan muy atrás a los señoritos; quizá les esté reservado un porvenir turístico y cinematográfico de triunfadores.

JUAN LACASA LACASA

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